La oferta de tapas y tabernas de la calle Ponzano y aledaños, lo hemos dicho más de una vez, es inagotable. Locales a la última y garitos de toda la vida, restaurantes canónicos y cervecerías populares. Para todos hay sitio en la zona. El buen tiempo del recién estrenado otoño anima a los vecinos de Chamberí a salir a la calle y practicar el noble arte de la barra. Nos sumamos a la corriente y revisitamos este enclave privilegiado de la capital.
Allí nos espera Pablo Guerrero, natural de Aliste (Zamora), con la increíble variedad de raciones y bocaditos de La Parroquia (Bretón de los Herreros, 16. Tel: 91 399 29 39), el local que inauguró hace casi seis años tras reformar lo que había sido un viejo despacho de vinos. Desde unos modestos encurtidos caseros o unas gildas para despertar las papilas hasta un pequeño festín a base de marisco del día, todo tiene sitio en la oferta del establecimiento. Incluida alguna delicia del recetario zamorano, como las estupendas crestas de gallo en salsa que ofrecía el patrón el día de nuestra visita. Hay que prestar atención a las especialidades del momento.
El generoso abanico de tentaciones se anuncia en las pizarras de la pared y se despliega sobre la barra. Canapés (sardina ahumada, melva canutera), laterío de postín, salazones del sur, chacina superior, ensaladas ilustradas (morrillo de bonito, tomates verdes con anchoa)… Difícil reunir mayor variedad de sabores bajo un mismo techo. Pero si apetece seguir con algo más contundente, sólo hay que volver la esquina y pasarse por la segunda Parroquia (Ponzano, 28), donde el comensal también puede vérselas con una asadurilla de cordero o algún que otro corte del reputado vacuno de Aliste en compañía de buenos vinos de la tierra.