Domingo Mejía, patrón del establecimiento. / BACOMANÍA

Melosos, en su punto de sabor. Así son los callos a la madrileña que dan fama a La Botillería de Maxi (Cava Alta, 4. Tel. 91 365 12 49), taberna-restaurante que abre sus puertas en el mismo corazón del concurrido barrio de La Latina. Es la tapa favorita de la nutrida y fiel clientela del local cuando se acomoda en la barra o decide tomar asiento en una de las mesas del confortable comedor. Cocina casera renovada, con abundantes toques castizos, es el santo y seña de la casa, donde también es posible hallar algún que otro guiño transfronterizo.

IMPECABLE MATERIA PRIMA. Lo suyo es ponerse en manos de Domingo Mejía, patrón y propietario desde hace casi dos décadas de esta taberna fundada en los años cuarenta de la pasada centuria. La oferta es tan amplia como sabrosa. Sin salir de la barra, o del picoteo informal, cremosas croquetas de bacalao, buen cazón en adobo, inmejorable chacina ibérica, papas arrugás con su mojo verde o pinchitos de cordero al modo magrebí. Todas ellas son opciones más que recomendables.

Aspecto del exterior del local. / LA BOTILLERÍA DE MAXI

Para una comida (o cena) más reposada –en este caso hay que sentarse-, el pisto manchego, la ensalada templada de tomate con queso de cabra y cebolla caramelizada, el rabo de toro a la cordobesa, el cocido madrileño de los jueves y sábados o la quiche de espinacas y queso cumplirán a la perfección. Sin olvidar –Mejía es sumiller además de tabernero- una de las cartas de vinos mejor amuebladas del contorno, con más de medio centenar de referencias. Variedad, buena materia prima y servicio profesional.