Fidel Verdugo, señalando el buen camino. / BACOMANÍA
La llegada del buen tiempo anima a los madrileños a salir a la calle y practicar el rito de la tapa, que esta semana nos lleva a la emblemática calle de Ponzano, otra de las millas de oro del picoteo –en la jerga castiza ya se usa el verbo ponzanear–, con algunas de las mejores cervecerías del Foro. Los veteranos de la Asociación Gremial del Taxi aún recuerdan los estupendos churros que desayunaban en la cafetería de enfrente, abierta a principios de los 60 por Daniel Verdugo en lo que hoy es la cervecería y marisquería Fide (Ponzano, 8. Tel: 91 446 58 33). Tras la desaparición del fundador en 1985, sus hijos tomaron el relevo del negocio y pronto lo convirtieron en uno de los templos madrileños del aperitivo. Fidel Verdugo lleva el timón del primer local de la familia, mientras que Daniel se encarga del que abrieron hace tres lustros en el cercano número 17 de Bretón de los Herreros (Tel: 91 442 20 89).
La barra de Fide II, con Javier Cordero al frente. / B
La base de la oferta es la misma: vinos escogidos, cerveza de grifo tirada con maestría, conservas gallegas de firma (magníficos berberechos, imprescindible el chipirón en aceite con anchoa), embutidos pata negra y los mariscos que seleccionan a diario en la lonja de Mercamadrid: soberbias centollas, percebes king-size, espectacular gamba de Huelva y roja del Mediterráneo… Los expositores del mostrador atrapan la atención del visitante y excitan su apetito.
Además, en la sucursal de Ponzano cuentan con una pequeña cocina y un comedor interior que les permite ampliar el repertorio a platos calientes y algo más elaborados. Por ejemplo, las estupendas zamburiñas salteadas que ofrecía el día de nuestra visita, cigalas de tronco a la plancha, ensalada de atún rojo, pulpo a la sartén, lomo de buey… Prohibido quedarse con hambre. 
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