Aunque la mayoría de las bodegas parece obsesionada en captar nuevos consumidores de vino entre la población más joven, segmento al que dirigen la mayoría de sus mensajes y campañas de promoción, la realidad es que una buena parte -cuando no la mayoría- de los compradores de sus gamas superiores ha cumplido ya los cincuenta. Hay razones obvias, comenzado por el poder adquisitivo –los buenos vinos casi nunca han sido baratos-, pero también influye el hecho de que se trata de un público bebedor más formado y exigente, con criterio y gustos bien definidos.
Este fue el tema central de una tertulia que se celebró hace unos días en el Casino de Madrid, organizada por Jesús Flores (Aula Española del Vino) y con intervención de cualificados representantes del sector, como Marina García (brand manager de González-Byass), Juan Manuel Ibáñez (consultor de bodegas) o los periodistas vinícolas y gastronómicos José Luis Jiménez, Paz Ivison y Ana Belén Toribio, entre otros.
FESTIVAL SENIOR. Un nuevo punto central de la reunión fue el anuncio de la Olimpiada Enológica para Seniors-Vinos de Andalucía, que se celebrará en Almería entre los próximos 14 y 22 de octubre, en el marco del Seniors International Festival (SIF), organizado por IFES (Inter Festival Seniors) y ASIAL (Asociación de Seniors Internacional). Un foro internacional concebido para el deporte, el fomento de la amistad y la convivencia, el intercambio cultural y el disfrute de un turismo activo e inteligente, en el que el vino tendrá una importante cuota de protagonismo por medio de catas y degustaciones, clases magistrales, ejercicios de maridaje y otras actividades.
Un tema interesante, el del consumidor senior español. Y un colectivo con todo el futuro del mundo –la población entre 50 y 75 años representa ya el 30 por ciento de los ciudadanos europeos y la esperanza de vida continúa en aumento-, al que las bodegas españolas harían bien en prestar la debida atención.