
Javier Sanz, en un momento de la presentación de su V Malcorta 2015. / Jean Pierre Ledos para JAVIER SANZ VITICULTOR
El blanco V Malcorta 2015 acaba de conquistar una de las cotizadas –y escasas– Grandes Medallas de Oro del Concurso Mundial de Bruselas, celebrado hace unos días en la ciudad búlgara de Plovdid. Justo premio a la originalidad y calidad de un vino, ganado en uno de los concursos más prestigiosos del planeta.
Descubrimos este singularísimo blanco de la D.O. Rueda hace poco más de un año de la mano de Javier Sanz, bodeguero y viticultor de La Seca (Valladolid), y de Ana Portela, responsable de comunicación de la firma elaboradora. Es fruto del empeño personal de su artífice, quien salvó de la desaparición las últimas cepas de verdejo malcorta, hasta lograr reunirlas y reproducirlas en una pequeña parcela de su propiedad, donde las cuida con mimo exquisito. No es para menos, después de quince años de trabajo paciente y callado.
La uva siempre había estado presente en los viñedos del municipio de La Seca, pero su dificultad en la vendimia (de ahí su nombre “mal-corta”) la condenó a ser sustituida por la verdejo convencional. No terminan ahí sus particularidades. Presenta un rendimiento menor, madura algo más tarde y ofrece una mayor acidez natural, cualidades que se traducen en vinos más dotados para la guarda, con una nariz más expresiva y elegante (flores blancas, fruta fresca, ecos balsámicos) y un paladar de gran persistencia. Su rescate preserva y enriquece el patrimonio vitícola castellano-leonés.
CON LOS MEJORES. Si ya nos conquistó la añada 2014 –primera de este innovador blanco–, aún nos gustó más el 2015, presentado hace unas semanas en la capital del Reino. En apenas dos años, V Malcorta ha entrado en las mejores cartas de restaurantes, vinotecas y tiendas gourmet del país y se ha situado entre las preferencias de los más influyentes sumilleres, críticos y prescriptores españoles.
Ahora, V Malcorta 2015 acaba de convencer a los más de 300 catadores internacionales presentes en la 23ª edición del Concurso Mundial de Bruselas, que el próximo año tendrá la ciudad de Valladolid como sede. Un importante reconocimiento que se suma a un palmarés –oro en el concurso anual de Canadá y en el último Bacchus, blanco del año para la Guía Vivir el Vino, mejor vino blanco de Verema– sólo alcance de los mejores.
Me gustaría tener el vino en mi tienda para probarle y venderle
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Debe haber muchas personas en su caso y la producción es bastante limitada, por lo que tengo entendido. Lo mejor es que se dirija directamente a la bodega y pregunte cómo hacer. Busque en Google ‘Javier Sanz Viticultor’.
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