Los Godián llevan una vida como proveedores de los mejores restaurantes de la Cava Baja madrileña, comenzando por el legendario Casa Lucio. Su carnicería del Mercado de la Cebada la abrió hace 70 años Justo Godián cuando aún no existía el edificio que hoy conocemos. Desde entonces, el establecimiento es una referencia en el populoso barrio de La Latina. Aunque no faltan estupendos cortes de vacuno mayor ni otras carnes escogidas, el fuerte de su oferta siempre han sido los cochinillos procedentes de Ávila y Segovia, los lechales de Aranda y su charcutería artesanal: salchicha blanca y chistorra, chorizo Madrid y criollo, butifarra, hamburguesas… Todo hecho en casa, con técnica depurada y el mayor mimo del mundo. Francisco y Andrés, hijos del fundador, continuaron el negocio familiar durante décadas y afianzaron una selecta y fiel clientela. Una tarea que hoy recae sobre los hombros de Justo (en la foto), hijo de Andrés y continuador de una de las sagas carniceras más reputadas de la Villa y Corte. (Enero 2014)
Por palabras como estas merece la pena seguir adelante, muchas gracias por ser un generador de ilusión, porque muchas veces con la cotidianeidad olvidamos de donde venidos y hacia donde vamos.
Las ilusiones son las que nos dan la vida.
Su texto nos ha venido de perlas y como tales lo guardaremos.
Muchas Gracias
Godián
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Gracias, Paloma, por tus amables palabras, pero el único mérito es el del trabajo bien hecho que Godián tiene suficientemente acreditado de hace tantos años.
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