Pedro Bonet, presidente del Consejo Regulador del Cava. / JRP
No ha perdido el tiempo Pedro Bonet en su primer año como presidente del Consejo Regulador del Cava. “Estamos trabajando para crear una nueva categoría dentro de los cavas premium. Cava de paraje calificado, podríamos llamarla entre nosotros”, declaró el pasado martes en un encuentro con la prensa del vino de Madrid. Una mención en la etiqueta que identificará los cavas de parcela determinada y se situará en el escalón más alto de la calidad.
Pedro Bonet, de la familia propietaria de Freixenet y miembro destacado de su staff directivo, viene desarrollando un ambicioso plan de comunicación encaminado a devolver al cava el prestigio que le corresponde. “No nos gusta la imagen que se proyecta a menudo del cava como vino menor o banal, bajo el estereotipo de vino barato. Hay cavas de precio asequible pero también hay categorías y marcas caras. Diría más bien que el nuestro es un producto de gran calidad a un precio excelente”.
MEJORES Y MÁS BARATOS. El presidente se mostró crítico con aquellos que dicen que la actual denominación de origen no es el mejor escenario para apostar por la calidad y señaló que los cavas premium, los incluidos en las categorías reserva y gran reserva, no sólo tienen un nivel cualitativo medio superior a la mayoría de los espumosos de la Champaña que se venden en nuestro país, sino que, además, son más baratos.
Bonet, quien ha estado muchos años al frente de Henri Abelé, la bodega del grupo Freixenet en la Champaña, se refirió también al magnífico nivel técnico de nuestros cavistas –en su inmensa mayoría catalanes– y recordó a los presentes que en las últimas décadas del siglo anterior eran los franceses quienes viajaban a las bodegas del cava hispano para estudiar su tecnología.
EN LA BARRA DE MODA. También se refirió al momento cambiante que está atravesando la industria del vino –y el espumoso– debido a la gran competencia internacional –“no hay que olvidar que China ya es el tercer productor mundial”–, a la proliferación de marcas en los últimos tiempos y a la modificación de los hábitos del consumidor actual, quien depende cada día menos de los llamados prescriptores y es él mismo quien se informa, busca, compara y toma la decisión final de compra.
“Vamos a librar la batalla del punto de venta y de los cavas premium”, concluyó el presidente refiriéndose a la importancia que tiene para la imagen de un producto el lugar –la barra de moda o la estantería del supermercado– en el que se adquiere. J.R. Peiró
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